La maldad no dura tanto.

La maldad no dura tanto. Esta es una de las esperanzas de los cubanos.

Un día, recordaremos todas las injusticias, todas las necesidades, todos los miedos. Un día haremos memoria de tantas inventivas, tantos sufrimientos, tantas vidas pérdidas en el mar y en la tierra y tantas impotencias como un triste recuerdo, como algo del pasado. Como el tatuaje que nos marcó la piel y el corazón. Como un mal sabor. Pero lo haremos como un ejercicio de sabiduría.

Un día, podremos sentarnos y hablar pausadamente, sin murmullos ni presiones, de las personas que nos ayudaron a cruzar el Jordán y de los que nos llenaron de piedras los zapatos, amparados en la burocracia y la balanza política.

Un día, a los segundos los perdonaremos con magnanimidad, aunque sigan llamándose Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. Sobre todo a los de “Cooperación” A los primeros, a los pueblos de España, les abrazaremos y le diremos: ¡Gracias!

Comentarios