Confieso que soy heterónomo.

Hay días que descubro palabras que no sabía que existían en castellano. Los otros días, me limito a hacer preguntas y a esperar respuestas. Es como hacer oraciones a Dios. Lanzas la petición o la acción de gracia y corres el riesgo de que te conteste o no.
Heterónomo es la última palabra con que me tropecé en el bloc de notas que llevo a cuanta conferencia, presentaciones, clase o disertación me invitan o me invito. Allí anoto las palabras que dicen los academicistas y que por una mezcla de diplomacia y cobardía no pregunto su significado. No me gusta interrumpir a la gente que habla y habla; pero tampoco me resulta cómodo pasar por un ignorante cuando visto de traje y corbata. Por todo ello las palabras que no se su significado las escribo con un trazo fuerte para cuando llegue a casa buscar en el RAE 2.0.
Heterónomo: Dícese de una persona que está sometida a un poder ajeno que le impide el libre desarrollo de su naturaleza. Esta acepción me pone ante una dicotomía coyuntural: tengo una buena noticia y otra mala. La buena noticia es que no se hace ninguna referencia al chocolate belga ni al queso parmesano ni a la cebolla frita que se vende en IKEA. La mala noticia es que soy un heterónomo sencilla y llanamente.
Desde hace unos años para acá he venido haciendo con periodicidad y tacto una confesión pública de lo que soy. Y parece que no era suficiente con eso. Además de ser una criatura de isla, un nieto de emigrantes, de cuna presbiteriana, de vocación ecuménica, de tendencia carismática, un adicto irredento al cheesecake, un simpatizante por nostalgia de Albinoni, y un fan moderado de la Ruta del Tambor de Semana Santa; ahora resulta que también soy un heterónomo. No se si echarme a llorar o hacer el Camino de Santiago.
Espero que esta cosa nueva que soy no determine la manera en que Dios me mire ni que me marque pautas en mi relación con los demás. Espero seguir teniendo libertad de movimiento y gozando de la gracia. Espero que no me adelanten ahora mi fecha de caducidad.

Comentarios