El determinismo geográfico, es un paradigma dentro de la geografía, que dice que el espacio geográfico determina nuestra existencia humana, es decir, todas nuestras acciones(cultura, economía, raza, etc). En la escuela aprendí que era una teoría utilizada por los nazis. Por tanto era mala. Malísima.
Pero no es lo mismo estar aquí que allá. No mencionaré lugares geográficos para que nadie se ofenda.
La manada que pastoreo pierde el sueño por saber cuántos padrinos pueden estar en la ceremonia de bautizo de un infante. Mi hermana, cuantas horas dispondrá de electricidad al día.
La manada asume que la vida cristiana es una especia de Vía Cruxis y que hemos venido a este mundo para sufrir y por tanto la celebración dominical ha de ser seria y casi funeraria. Mi hermana, asume que con unos limones y un poco de azúcar moreno se puede preparar un refresco para los niños que han venido a la Escuela Dominical sin desayunar.
La manada gusta de elabora proyectos bien escritos, escucha informes con cifras alarmantes, convoca foros donde los unos oigan a los otros, habla incluso de cambiar las estructuras; creyendo que otros líderes abrirán el Mar Rojo. Mi hermana, no tiene la menor idea de lo que podrá cocinar para la cena y no sabe si este año podrá llevar a su hija a ver el mar.
La manada dedica un día a dar gracias a Dios por todo lo que tenemos. En el resto de la semana no hay tiempo para cerrar los ojos e inclinar la cabeza y dar gracias por el pan; y es que el pan no nos lo dá Dios sino Eroski. Mi hermana lleva meses sin comer pan, ha optado por dejar su ración para que mi sobrina tenga algo de merienda en el colegio.
Ya sabía que el determinismo geográfico era malo. Lo que no sabía es que aquí se vive mejor que allá; pero que allá se muere mejor que aquí.
Pero no es lo mismo estar aquí que allá. No mencionaré lugares geográficos para que nadie se ofenda.
La manada que pastoreo pierde el sueño por saber cuántos padrinos pueden estar en la ceremonia de bautizo de un infante. Mi hermana, cuantas horas dispondrá de electricidad al día.
La manada asume que la vida cristiana es una especia de Vía Cruxis y que hemos venido a este mundo para sufrir y por tanto la celebración dominical ha de ser seria y casi funeraria. Mi hermana, asume que con unos limones y un poco de azúcar moreno se puede preparar un refresco para los niños que han venido a la Escuela Dominical sin desayunar.
La manada gusta de elabora proyectos bien escritos, escucha informes con cifras alarmantes, convoca foros donde los unos oigan a los otros, habla incluso de cambiar las estructuras; creyendo que otros líderes abrirán el Mar Rojo. Mi hermana, no tiene la menor idea de lo que podrá cocinar para la cena y no sabe si este año podrá llevar a su hija a ver el mar.
La manada dedica un día a dar gracias a Dios por todo lo que tenemos. En el resto de la semana no hay tiempo para cerrar los ojos e inclinar la cabeza y dar gracias por el pan; y es que el pan no nos lo dá Dios sino Eroski. Mi hermana lleva meses sin comer pan, ha optado por dejar su ración para que mi sobrina tenga algo de merienda en el colegio.
Ya sabía que el determinismo geográfico era malo. Lo que no sabía es que aquí se vive mejor que allá; pero que allá se muere mejor que aquí.
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