Muy poca gente sabe que además de pastor de dinosaurios soy ingeniero forestal. Y no es porque me empeñe en ocultarlo. Simplemente es que vivimos en un mundo donde si eres una cosa no puedes optar por ser otra. Por ejemplo, o eres un un ángel o eres demonio. O eres de derecha o eres de izquierda. O eres nacional o eres emigrantes. O crees en Dios o eres ateo. O eres un revolucionario o eres un gusano. O eres protestante o eres un evangelicante.
Pero la verdad es que atesoro un diploma que atestigua que soy ingeniero forestal y que curse mis estudios en Pinar del Rio. Pero hay algo más. Cuando salí de Cuba no me trajé un solo libro, sino dos. Y el segundo tiene que ver con mi otro soy. Es una tercera reimpresión del Diccionario Botánico de Nombres Vulgares Cubanos, de Juan Tomás Roig y Mesa.
Es un libro gordo. De carátula color marrón oscuro y en perfecto estado de conservación. Cuando lo abres puedes reconocer aun el olor a papel impreso. La letra es una Times New Roman, negra y número once. No hay dibujos ni colores, sólo algunas fotos en blanco y negro.
Los días que siento nostálgia me pongo el libro sobre las piernas y comienzo a leer: ALBAHACA MORADA: Variedad silvestre del Occimun sanctum L, que se utiliza como remedio casero. Además de la variedad nativa existe otra albahaca morada...
Y es que hay días que caminas por tierras de nadie. Por una especie de limbo existencial. Y es que hay instantes en que tránsitas entre lo que los demás esperan de tí y lo que realmente tú esperas de tí. Y es que hay días en que lo bueno y lo malo se disfrazan de ropajes circunstanciales. Y es que hay momentos en que las palabras imperialismo yanqui y dictadura del proletariado no te dicen nada, absolutamente nada. Y es que vives en una casa donde la izquierda es tan afixiante y la derecha tan poco elegante que darías cualquier cosa por empadronarte en otro municipio. Y es que hay iglesias donde los cristianos se comportan como ateos. Y países donde los emigrantes se emociona más con la bandera que los propios nacionales.
Así que cuando me mires no veas un simple pastor de dinosaurios. No, también soy un simple ingeniero forestal.
Pero la verdad es que atesoro un diploma que atestigua que soy ingeniero forestal y que curse mis estudios en Pinar del Rio. Pero hay algo más. Cuando salí de Cuba no me trajé un solo libro, sino dos. Y el segundo tiene que ver con mi otro soy. Es una tercera reimpresión del Diccionario Botánico de Nombres Vulgares Cubanos, de Juan Tomás Roig y Mesa.
Es un libro gordo. De carátula color marrón oscuro y en perfecto estado de conservación. Cuando lo abres puedes reconocer aun el olor a papel impreso. La letra es una Times New Roman, negra y número once. No hay dibujos ni colores, sólo algunas fotos en blanco y negro.
Los días que siento nostálgia me pongo el libro sobre las piernas y comienzo a leer: ALBAHACA MORADA: Variedad silvestre del Occimun sanctum L, que se utiliza como remedio casero. Además de la variedad nativa existe otra albahaca morada...
Y es que hay días que caminas por tierras de nadie. Por una especie de limbo existencial. Y es que hay instantes en que tránsitas entre lo que los demás esperan de tí y lo que realmente tú esperas de tí. Y es que hay días en que lo bueno y lo malo se disfrazan de ropajes circunstanciales. Y es que hay momentos en que las palabras imperialismo yanqui y dictadura del proletariado no te dicen nada, absolutamente nada. Y es que vives en una casa donde la izquierda es tan afixiante y la derecha tan poco elegante que darías cualquier cosa por empadronarte en otro municipio. Y es que hay iglesias donde los cristianos se comportan como ateos. Y países donde los emigrantes se emociona más con la bandera que los propios nacionales.
Así que cuando me mires no veas un simple pastor de dinosaurios. No, también soy un simple ingeniero forestal.
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