Me gusta la música y no tiene nada que ver con el hecho de que nací en el Caribe y rodeado de agua. Y junto con el llamamiento a ser pastor me vino la ordenaza de escuchar música bajo cualquier circunstancia y de todos los tipos.
Los martes dejó la capilla abierta y le doy permiso para que la música salga a la calle. Algunas personas pasan sin escuchar. Otros se detienen, escuchan y sonríen.
Y es que la actitud de escuchar encierra tres niveles:
Nivel 1: ¿Qué me dice? Es cuando me limito a interpretar las palabras o leer los textos que alguien me lee o me canta.
Nivel 2: ¿Cómo me lo dicen? Aqúí me fijo en el contexto, la tradición, el origen, la familia.
Nivel 3: ¿Qué quiere decirme? Aqui escucho la experiencia vivida. El testimonio.
Sólo cuando escuchamos a las demás personas en estos niveles el camino del diálogo cobra sentido y la Verdad sale a la luz.
Los martes dejó la capilla abierta y le doy permiso para que la música salga a la calle. Algunas personas pasan sin escuchar. Otros se detienen, escuchan y sonríen.
Y es que la actitud de escuchar encierra tres niveles:
Nivel 1: ¿Qué me dice? Es cuando me limito a interpretar las palabras o leer los textos que alguien me lee o me canta.
Nivel 2: ¿Cómo me lo dicen? Aqúí me fijo en el contexto, la tradición, el origen, la familia.
Nivel 3: ¿Qué quiere decirme? Aqui escucho la experiencia vivida. El testimonio.
Sólo cuando escuchamos a las demás personas en estos niveles el camino del diálogo cobra sentido y la Verdad sale a la luz.
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