El problema es la elección

Cuando vine al mundo ya la familia estaba ahí.
No la pude escoger.
Tampoco pude escoger el país donde nací
ni el color de mi piel.
De hecho lo único que puedo hacer es tomar el sol para ser más moreno
o no tomarlo.

Y es que me ha sido entregado un cuerpo
en la misma ceremonia donde me entregaron las emociones.
Así que no me pidas que me reprenda cuando estoy desalentado,
cuando la tristeza me abraza o sólo me miro el ombligo.
También yo puedo mostrarme egoísta y miedoso.

Y si me autocensuro emocionalmente
entonces tendré que lamentarme por igual
del color de mis ojos o de lo ancho de mis espaldas.

No, el problema no son mis emociones
El problema real,
lo trascendente es lo que haga con ellas.

Como veras la elección es un asunto serio.

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