Fotos que me traje de Cuba (Parte 1)

Es una foto amarilla. Comida por el tiempo y las polillas. En una esquina conserva las huellas de la humedad.
En ella hay un niño de seis años sonriendóle a la cámara fotográfica que parece hacerle muecas. El niño tiene el pelo rabiosamente corto. Las orejas grandes. Los labios entreabiertos muestran unos pequeños dientes de leche. Viste una camisa blanca y un short negro. Y sus brazos reposan sobre el respaldo del butacón.

En la foto no sale pero el niño calzaba unas botas ortopédicas para corregirle los "pies planos". Recuerdo el día de esa foto. Era sábado. Era verano. Bueno en aquellaisla casi siempre es verano. La camisa blanca se  la había hecho su madre expresamente para las fotos del año. En aquellaisla la mejor ropa era para ir al médico, o a la iglesia o para hacerse las fotos del correspondiente año.

La foto no muestra a los acompañantes del niño. Ese día su hermana, su madre y su padre también se vistieron con la mejor ropa. Su hermana pequeña iba vestida de esquimal. Sus padres estaban jóvenes e ilusionados con la vida. A los seís años la vida parece que va a durar para siempre.

¿Qué cómo sé tanto detalles de esa foto? Te lo diré con cuatro palabras. Yo era ese niño.

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