Cuando el silencio no duele

Tengo un amigo que es una especie de confesor y terapeuta. Me ofrece el perdón y hay días que hasta me cura.

Con esta persona puedo compartir mi soledad. Mi silencio. A veces no tengo mucho que decirle para que él sepa que pasa dentro de mi. A veces camino por Parque Grande o miramos como el Ebro fluye hacia Cataluya sin decirnos una palabra.

Con alguien así el silencio no duele.

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