La visita que viene.

Vas a venir una tarde y me dirás que eres un infeliz. Pero entonces tendré que decirte que no hay infelicidad más intensa que la infelicidad de un matrimonio desgraciado. No hay mayor tragedia que ver como el amor se ha ido convirtiendo poco a poco, día a día, en una tragedia. Donde antes hubo amor, ahora solo vemos amarguras, discordias y desesperación.


Después de todos estos años sigo creyendo que en la mayoría de los casos el camino que hace Dios no es el del divorcio y por eso quiero ser sensible. Conozco del dolor y no quiero añadir más pena.

Comentarios