Aunque no lo parezca me gustan las cosas sencillas y claras. No se guien por las apariencias. Mi corazón y mi mente desean tener claridad y cuando me enamoro; pues me enamoro hasta los tuétanos. Pero no siempre el blanco es blanco y el negro es negro en la vida. existen los tonos grises. No siempre al amor se le responde con amor. Yo propongo que cuando una situación se pudiera cambiar viviera escrito en la etiqueta: Se puede cambiar. Y cuando no hay solución posible dijera: No se puede cambiar. Así, al menos, sabríamos a qué atenernos.
En la realidad, a veces cruda o a veces tierna, los colores y las formas se confunden. Haciéndome la existencia ardua e interesante. Por ejemplo, lo que separa al amor del desamor es una línea fina. Lo que dice que una cosa es buena o mala es apenas perceptible por la vista. Lo que incita al miedo o a la fe es una frontera que no se ve desde el cielo. Lo que nos empuja a cuidar o a abandonar es ambiguo. Lo que te hace sentir culpable o tener la conciencia tranquila es muy relativo.
Vivir con lealtad en un territorio asi es arduo. Si, ya lo sé. Pero eso no impedirá que recorra el territorio y escoja que camino andaré. Aún cuando las dudas me tomen por asalto.
En la realidad, a veces cruda o a veces tierna, los colores y las formas se confunden. Haciéndome la existencia ardua e interesante. Por ejemplo, lo que separa al amor del desamor es una línea fina. Lo que dice que una cosa es buena o mala es apenas perceptible por la vista. Lo que incita al miedo o a la fe es una frontera que no se ve desde el cielo. Lo que nos empuja a cuidar o a abandonar es ambiguo. Lo que te hace sentir culpable o tener la conciencia tranquila es muy relativo.
Vivir con lealtad en un territorio asi es arduo. Si, ya lo sé. Pero eso no impedirá que recorra el territorio y escoja que camino andaré. Aún cuando las dudas me tomen por asalto.
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