Ser solidarios.

Tenemos conceptos errados de muchas cosas. Incluso en la iglesia. Por ejemplo creemos que ser solidarios es hablarle a la persona que esta sufriendo sobre lo mal que lo hemos pasado nosotros antes. Esto realmente no ayuda nada de nada. Solo sirve para decirle al otro: déjate de tontadas, que también yo lo he pasado mal. 
Escuchar a los que están heridos sin tener que hablar de nuestras heridas personales es un don.

Cuando hemos estado solos y sintiendo que nadie nos quiere podemos oír de manera muy solidaria esa voz que desde otro lado nos dice: Estoy solo y nadie me quiere. Pero ese requiere tener las heridas vendadas. Cuando somos solidarios podemos sanar.

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