Bad romance

Me han regalado una bolsa con tomates de huerto. Son rojos y olorosos. Pero algunos han caducado. Están golpeados y heridos. Como si hubieran hecho un viaje por el valle del Ebro encajonados. Y ahora en casa se han dado por vencidos y han decidido morir delante de mi.
Personalmente creo que he estado viviendo encajonado algunos años. La rutina me ha estado robando espacios de libertad. De hecho he estado dedicando más tiempos a encender velas y buscando una música apropiada para la cita, que diciéndole a la persona que tenía delante que era alguien especial para mí. Así que no me extraña que los falsos romances me hayan estado sitiando.
Generalmente quiero y ofrezco naturalidad. Quiero tener tiempo para ver una puesta de sol junto a la persona que amo o para verla yo solo. Quiero un día de lluvia para caminar bajo el paraguas mientras hablo con Dios. Quiero que me traten con espontáneamente. Quiero darme permiso para dejarme llevar por la emoción y los sentidos algún que otra día en la semana.
No quiero darme por vencido aun. Quiero ser un regalo para alguien. Tener color y olor. Y aunque la vida me haya golpeado y herido quiero acabar el viaje lleno de gratitud.

Comentarios