Querido Dios: Estoy en huelga. Amén.

Tengo dudas. Y cuando tengo dudas pregunto. No me quedo con ellas dentro. Alguien me aclara. La huelga o paro es la interrupción colectiva de la actividad laboral por parte de los trabajadores con el fin de reivindicar ciertas condiciones o manifestar una protesta; según la Organización Internacional del Trabajo, es uno de los medios legítimos fundamentales de que disponen los ciudadanos y específicamente los trabajadores para la promoción y defensa de sus intereses económicos y sociales.

La huelga siempre se plantea como medida de protesta y reivindicación, es una manera no violenta de oponerse a algo o de conquista. Existen varios tipos de huelgas. a) Huelga laboral: Consiste básicamente en dejar de trabajar con el objetivo de conseguir ventajas laborales o sociales. b) Huelga de hambre: es una forma de protesta que consiste en dejar de ingerir alimentos durante el tiempo que haga falta hasta que su reivindicación sea atendida. c) Huelga revolucionaria, o huelga general revolucionaria es la huelga que responde a propósitos de subversión política de caracter general; aunque puede motivarse en reivindicaciones de carácter económico o social su objetivo supera esas reivindicaciones.
Y me pregunto: ¿Debe la iglesia ocuparse de asuntos tan mundanos como eso de que la gente no trabaje por un día? ¿Cuándo alguien me pregunta qué opino de la huelga del 29 de Septiembre debo dar mi opinión o morderme la lengua?¿Es un pastor un obrero asalariado? ¿Puede un pastor ir a huelga? ¿No hablar de Dios ese día será una manera de estar en huelga? ¿Y sí el día 29 de Septiembre no abro la boca ni escribo nada? ¿Y sí me siento en la entrada de mi capilla a ver el mundo pasar? ¿Y sí me dedico a mirar a los ojos de los que no vienen a mi parroquia por una vez en la vida?

Comentarios