Soy Frodo y estoy en Monte Perdido.

Camino por Monte Perdido en otoño. Y una pregunta me aborda sin pedir permiso; ¿Por qué buscamos ayuda? A veces no tengo respuesta para esta pregunta. Otras si. En lo personal me temo que busco ayuda cuando estoy confundido. Cuando me siento perdido. Cuando he extraviado las líneas que señalan mis propios límites o los del mundo que me rodea. Busco ayuda porque soy incapaz de decidirme por una dirección determinada. Porque estoy cansado de ir de derechas a izquierda y viceversa. Porque me he fatigado de estudiar tanta teología por obediencia y demostrar que tengo algo importante que hacer. Busco ayuda cuando no tengo proyectos ni planes. Porque me encuentro paralizado.
Pero hay más. Buscamos ayuda porque no le vemos sentido a la inmortalidad. Porque no encontramos útil el querer vivir para siempre. Porque, ¿qué sentido tiene creer en un después cuando el aquí y el ahora es tan áspero?
Aplasto hojas rojas y amarillas con mis pies. Es el otoño puro y duro del Pirineo. Hablo conmigo mismo como si fuera un hobbit. La vida después de la muerte sólo tiene sentido cuando he podido vivir con plenitud antes de morir.  Y es que nadie puede anhelar una tierra nueva cuando la tierra sobre la que caminas no te ofrece esperanzas. Cuando no tienes esperanzas entonces pides ayuda.
Soy Frodo y estoy en Monte Perdido.

Comentarios