¿Necesita mi iglesia de un pastor pietista?

El pietismo fue un movimiento luterano fundado por Philipp Jakob Spener durante el siglo XVII y que tuvo cabida hasta el siglo XVIII. Demostró ser muy influyente a través del protestantismo y del anabaptismo, inspirando no solamente al ministro anglicano John Wesley a iniciar el metodismo, sino también, a Alexander Mack a fundar el movimiento de la Iglesia de los HermanosEl pietismo daba más importancia a la experiencia religiosa personal que al formalismo y enfatizaba la lectura y estudio de la Biblia. Esto fomentó el comienzo y la rápida expansión de iniciativas misioneras.
Con los años el término "pietista" ha adquirió una connotación negativa. Esto se debe a los extremos en algunos elementos del mundo evangélico de habla inglesa: una moralidad legalista, una actitud demasiado negativa respecto al papel del cristiano en la sociedad y en el mundo, y una tendencia a formar criterios arbitrarios de espiritualidad que con mucha frecuencia refleja más la influencia de líderes fuertes que los requisitos directos de la Palabra de Dios.
Pero aunque no quiero aceptar tal adjetivo he de reconocer que soy pietista Soy pietista cuando leo la historia y miro las necesidades de mis contemporáneos y  descubro que tengo que recuperar esta dimensión de la piedad personal que no está reñida con el análisis teológico ni la acción misionera. Soy pietista cuando creo en la demanda de una conversión personal y en las disciplinas de una vida espiritual profunda en el nivel personal y el comunitario. Soy un pastor pietista cuando  me doy permiso para llevar a las personas, tarde o temprano, a la experiencia de una entrega personal a Jesucristo.
¿Necesita mi iglesia de un pastor así?









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