Gran Canaria, Lutero y la clase media.

Mis bisabuelos maternos eran unos labradores semianalfabetos del interior de Gran Canaria que emigraron a Cuba buscando un futuro mejor para sus hijos. Mis abuelos levantaron su casa con techo de palmeras en la zona central de aquella isla y se dedicaron a la ganadería hasta que tuvieron fuerzas para lidiar con los animales; pero sus cinco hijos llegaron a tener el sexto grado. Los abuelos eran gente muy sencillas, podían escribir y eran capaces de interpretar una lectura tan sobria como la de los evangelios. Mis padres se graduaron del nivel secundario estudiando en las noches. Trabajaron como burros, mi padre como ferroviario y mi madre como empleada de correos para que yo acabara la universidad en Pinar del Río. Yo, bueno yo tengo dos titulos universitarios, puedo moverme por Europa sin necesidad de un interpréte, se comer en restaurantes de tres tenedores, y reconozco en mí el legado teológico de Trinity College y del Seminario Evangélico Unido de Teología de Madrid.
El protestantismo del cual soy heredero surgió en la clase emergente burgesa de Alemania. Los padres de Lutero eran de una familia minera venida a más. Rápidamente se extendió tambien a todas las clases: a la nobleza que quería la independencia del Emperador y del Papa, y en las clases obreras y de payeses que empezaron a leer y escribir. Allí donde llega el protestantismo, siempre va asociado a la enseñanza, y a la libertad de consciencia. Así que no nos extrañemos si hay alguna clase media comprometida con la justicia y libertad. Por tanto a la pregunta: ¿Es mi iglesia una iglesia para la clase media? Tendría que responder con un sí. Un definitivo si.
Pero, y ahora llega lo que me quita el sueño. ¿Si mi iglesia está preparada y capacitada para trabajar con la clase media de esta tierra por qué los domingos hay tanto espacio vacío en mi capilla? ¿Por qué la gente sin títulos universitarios o con ellos opta por otro modelo eclesiológico no tan academicista? ¿Será que nuestro discurso es tán elitista , tan complejo, tan tan, que no alcanza a gente como mis bisabuelos y mis abuelos?
¿Por qué si Jesús descendió a los niveles de los campesinos y los marginados y se sentó a la mesa con ellos mi iglesia no lo puede hacer? ¿Será que el tiempo de la iglesia clasista y teológicamente correcta se está acabando?

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