No es lo mismo la pena que la lástima.

A esos que siempre hablan pensando que tienen la verdad escondida
como un conejo dentro de un sombrero negro
Yo les digo:
no señor, no es lo mismo.
No es lo mismo la pena que la lástima
Como no es lo mismo el café que el chocolate.

La pena, por ejemplo, puede ser un castigo
una aflicción
una vergüenza
una timidez.

Por otra parte la lástima
es un tipo de compasión
un lamento
un quejido
y hasta una misericordia.

Así que cuando me hables escoge bien las palabras
Sé claro
Define bien tus conceptos y tus palabras
¿Qué me estás diciendo cuando me dices que te doy pena?
¿Cómo puedo asumir el hecho que te causo lástima? ¿Te duele algo? ¿Te inspiro misericordia?

¿Yo? ¿Qué que siento yo?
Pues con muchas magulladura en el corazón.







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