Confesiones a los jóvenes dinosaurios.

He de hacer algunas confesiones a los dinosaurios más jóvenes del rebaño. He de decirles, por ejemplo, que he crecido a base de comida casera y mira el cuerpo que tengo. He montado en bicicleta sin casco ni audífonos. Me daban una bofetada si me portaba mal. En casa había una televisión con dos canales y para cambiarlos había que levantarse del sillón. He rebobinado los casetes con un lápiz. He salido los fines de semana con menos de un euro y regresaba a casa con dinero en el bolsillo. Nunca use Adidas ni Nike en mi adolescencia y es que no sabía que existían. He jugado más en la calle que delante de un ordenador. He usado ropa de que heredaba de mis primos mayores. Los maestros y los profesores eran personas a respetar y acababas por cogerles cariño.
Y a pesar de todo ello soy una persona bastante normal