San Jorge.

25 de Abril.
Hoy me han aparecido unas pequeñas manchas marrones alrededor del cuello y me duele la garganta. El doctor dijo que alguna planta que he rozado me ha causado irritación. Pero sólo yo sé que desde que maté al dragón no he vuelto al monte. Que he estado encerrado en mis aposentos y que una tristeza galopante me ha inundado.
26 de Abril.
La inflamación se ha extendido por toda la cabeza. Los ojos se me han coloreado de un amarillo reptil. Los dientes..., los dientes parece que no paran de crecer. Pero eso no es lo que más me duele ni lo que más me  preocupa. Lo peor es el frio interno. Este frio que no cesa. Y que me obliga a tumbarme al sol en plena primavera.
27 de Abril.
Es una maldición. Es lo que me comenta los amigos que se atreve a cruzar mi puerta. Hay otros que tienen demasiado miedo como para mirarme a la cara. Pero yo nunca he creído en esos cuentos para asustar a los niños. ¿Por qué Dios permitiría que algo malo me pase a mí que llevo los últimos años matando dragones y defendiendo a hermosas mujeres?
28 de Abril.
El doctor ha estado poniendóme compresas de tila sobre mi cabeza. Ya no tengo cabellos. la mandíbula es enorme. Los dientes blancos y punteagudos. Como más carne que nunca. Cuando tengo que salir me coloco un turbante blanco pespunteado. Cuando me miro en el espejo no me veo a mí, sino al animal que maté. Al que ahora vive dentro de mí.
29 de Abril.
Ahora sé que acabamos convirtiéndonos en aquello que matamos.

Comentarios