Algunos amores se pierden con el tiempo

He estado leyendo a Marcos
en estos días en que el invierno se retira
sin mucho aspaviento
y la primavera llega con sobriedad.
Como debe ser.
Y me ha dejado un temblor extraño
entre los dedos.
Marcos cree,
entre otras cosas,
que Jesús es el Señor del sábado.
Que es Dios.
Pero mis creencias son menos trascendentes,
están más delimitadas por el clima
y esta geografía tan de páramo
en que habito.
Yo,
a diferencia de los hebreos
no creo, por ejemplo,
en los fantasmas
ni en el hecho
de que los murciélagos sean aves,
como proclama el Libro de Leviticos
Yo soy más de sostener,
por no dedicarme al arte de los dogmas,
yo soy más de confesar
sin que me tiempblen los labios
que algunos amores
se pierden con el tiempo.

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