El síndrome de los ojos empapados

 Es una enfermedad rara, me dijo el médico. Sin previo aviso, sin tristeza  por medio, sin que recibas un golpe, los ojos comenzaran a humedecerse y los que te vean desde lejos creeran que estas llorando. Pero tú sabras que no es verdad. Se trata simplemente de que sufres el síndrome de los ojos empapados.

Nunca había oido hablar de tal síndrome. Si buscas en google no encontrarás nada de nada. Lo más común es todo lo contrario. Es que después de los cuarenta años se te sequen los ojos y la boca, pero la mayoría de las veces será motivado por un trastorno autoinmune. Asi que le eché la culpa a mis genes, a la exposición a algún virus o bacteria, o a mi sistema inmunologico, que por alguna razón lo está haciendo mal. Muy mal. Está atacando las partes sanas de mi propio cuerpo. Y la mayoría de los ataques producen lágrimas.

Cuando miro atrás. Cuando miro mi vida, percibo ciertas sintomatologías que pasaron de manera invisible ante mi. Sospecho que he estado a la defensiva demasiados años. Y esto ha creado una tradición dentro de mi. Una tradicción que no me resulta atractiva, pero que me cuesta deshacerme de ella. Es una tradición que cansa. Que no me ofrece un espacio para la creatividad. Que marca mi agenda espiritual de una manera injusta.

Asi que si de lejos, me vez llorando, no te pongas a hacer interpretaciones personales. No busques un culpable ni a un chivo expiatorio al cual cortarle el gaznate. No busques afuera lo que está dentro. Soy yo el único responsable de mis lágrimas. Su autor intelectual. Soy el que llora.





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