Hablando sobre el Canal Imperial

Hay lugares de Zaragoza que me recuerdan otras ciudades. Hay sitios por donde paseo que me remiten a otros sitios por donde caminé un día. Con el Canal Imperial me pasa algo parecido. Al menos su tramo urbano.
Ayer hice un paseo por sus orillas. Lentamente. Como si nadie me esperara. Como si tuviera todo el tiempo del mundo para pasear. Miré los árboles movidos por el viento que baja de los pinares. Seguí con la mirada a los patos ir de aquí para allá y de allá para acá. Toqué las gramineas que pretenden conquistar los margenes. Y al final, como quien no quiere que el tiempo avance me senté a mirar la gente.
Pero a veces mejor que mirar es oir.
-Vamos a ver cómo está hoy de la memoria Isabel-le dice la mujer con razgos andinos a quien lleva en silla de ruedas-Digáme el nombre de animales.
-Pues no sé hija,....la gallina.....
-Muy bien, otro más?
-Los patos....los perros, el gato,.....
Isabel y su acompañante pasan de largo junto a mi banco, las veo, pero ya no les oigo hablar.
Parece que con los años perdemos memoria y la gente que viene del otro lado del mar a cuidarnos y acompañarnos tratan de que no olvidemos quienes somos mediante ejercicios de memoria.
Pero no solo perdemos memoria con los años. También perdemos gratitud, confianza, amor, ternura, solidaridad, compasión, tacto, sensibilidad, buen gusto, elegancia, tolerancia, sensatez, sueños y alegría. Es como si a medida que nos acercamos a nuestra fecha de vencimiento nos fuerámos endureciendo de adentro hacia fuera.
Como no aspiro a ser una persona desposeiada de esas cosas que me hacen humano me regreso a casa diciendo en voz alta los nombres botánicos que aprendí en la universidad: Dicrostachis cinerida, Persea americana, Oriza sativa, Sea maiz, Sacharum oficinarum, Roystonea regia, Ceiba pentandra, Pinus maestrense, Glicidia sepium, Switenia mahogani, Cafe arabica, Rododentrum fuetidisimo, Clusea rosea, Manguifera indica, Puteria mamosa,....

Comentarios