Una carta de amor

A veces me llega
y me quita la hierba que piso,
me quita el aliento
y me quedo mudo;
yo que hasta por los codos hablo.
Si y no puedo hacer nada por evitarlo
y es que en el fondo de mí
donde nadie entra con una antorcha
para ver lo que llevo dentro,
siempre la espero.
Y es como empezar de nuevo
sin presupuestos ni teorías.
Si, a veces
me llega,
sin yo merecerlo
ni pedirlo en oración:
una carta de amor.

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