La buena noticia


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Algunos discípulos tienen la preferencia de ver a Jesús desde cierta distancia, para no correr riesgos. Desde cierta altura, para no tener que involucrarse. Como que escondidos entre el follaje, para no buscarse problemas con los demás. Pero la cruda realidad, es que no se puede conocer a Jesús en esas circunstancias. No se conoce a nadie viéndolo desde la distancia. No se tiene a un Maestro para imitarle y aprender de él desde lejos. Por otra parte, Jesús demandará cercanía, exigirá proximidad y buscará el encuentro. Y más temprano que tarde, esto nos producirá algunos inconvenientes. Nos obligará a salir de la burbuja donde vivimos. Nos causará cambios internos y externos. Si, cuando te encuentras con el Maestro acabamos haciendo renuncias y aceptando las pérdidas.

Los discípulos creemos muchas cosas. Creemos por ejemplo en las relaciones entrañables y hasta las anhelamos, pero la mayoría de las veces optamos por las más superficiales. las más ligeras. Y así, si se produce algún roce, que siempre se produce, no nos cuusarán laceraciones. A los discípulos nos gusta ser amados pero sin correr el riesgo de que nos rompan el corazón en medio del camino. Los discípulos se parecen mucho a Zaqueo, pero ellos no lo saben. O no lo quieren reconocer.

Pero hay otra verdad que nos ronda. Y es que Jesús llama a los discípulos por sus nombres. Los busca aún cuando están escondidos. Les hace superar todos los miedos y ridículos y se autoinvita a sus casas, aun cuando estos tengan mala fama entre sus vecinos. Jesús sabe que nada cura tanto un alma herida como un plato de sopa caliente y un pedazo de pan. Jesús se sienta a la mesa de los discípulos para verles de cerca y es entonces cuando les musita palabras al oído. Palabras que sólo ellos podrán entender y traducir. Palabras llenas de esperanzas. Palabras que nos cambian. Palabras que nos dicen que también nosotros somos los hijos e hijas amados por el Sr. Dios. Y esto es una buena noticia. Una buena noticia que tú y yo necesitamos escuchar hoy.

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