Nadie quiere bailar conmigo

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los personas somos seres complejos,
polimorfos,
con actitudes benignas,
con emociones  tóxicas
y comportamientos poco coherentes entre sí
y es que lo que hacemos
lo hacemos para lograr la supervivencia
en un modo hostil
como si vivierámos en Pandora
y no en la Tierra.
 

Las personas somos capaces de muchas cosas
podemos estar enamorados de dos personas a la vez,
podemos  odiar y apreciar al mismo tiempo a otro individuo
de nuestra misma especie,
podemos prodigar ceremonias de hipocresía con nuestra pareja,
con nuestros amigos,
con nuestros compañeros de camino
con la familia.
 

Cada mañana planificamos una cosa
y hacemos otra bien distinta.
Unas veces actuamos así para no hacer daño a los demás,
otras por pura conveniencia,
por pura comodidad,
por puro egoismo.
Y vamos modelando nuestra manera de ser
en función de lo que los demás esperan de nosotros.

Las personas somos seres complejos
y por eso nos vestimos de fiesta cuando se acaba el año
y nos ponemos un antifaz blanco para el baile,
pero tú si me preguntas: ¿Cómo estás?
te responderé: ¡Genial! 
Y entonces tendrás que darme un abrazo
porque, aquí entre nosotros, la palabra genial
no tiene otro significado que nadie a querido bailar conmigo
y me siento solo.
Y es que las apariencias engañan.                                                                                                     

Comentarios